La locución de documentales

El documental ha sido y sigue siendo un instrumento cultural, de expresión artística y social. En él se refleja el registro de la experiencia humana y natural a través del conocimiento. He realizado locuciones para todo tipo de documentales, aunque reconozco, que con los que me he sentido más cómodo han sido con los programas documentales sobre naturaleza y fauna.

Este tipo de documentales requieren de una narración distinta, con un lenguaje más pausado, tranquilo, a veces poético, a veces evocador en el que las cosas se cuentan al ritmo que van se van sucediendo. Siempre me ha gustado este tipo de locuciones capaces no sólo de plasmar, contar, informar, sino de dejar la huella de la pregunta y una reflexión abierta sobre el tema que se está tratando en ese momento.

El documental siempre lleva implícito un mensaje, es un gran impulsor de conciencias, da respuesta a esa carencia del ser humano cuando se enfrenta a una información que no tenía lugar en su memoria.

Especialmente en los documentales de naturaleza además de transmitir un mensaje, los locutores sentimos como “la puesta de sol en el horizonte” que estamos narrando en ese momento se comunica con nosotros a través de la emoción que nos transmite la propia imagen. Ponerle voz a algo tan bello, es bastante menos complicado y surge de una forma más natural que cuando tienes que interpretar a un vendedor de tele tienda.

Todas las voces no son aptas para la multitud de disciplinas que existen en el mundo de la locución profesional. Este trabajo tiene que enamorarte, si no es así, podrás llegar a ser el mejor actor de doblaje del mundo, pero te faltará el elemento a mi juicio más importante para hacer bien este trabajo, la pasión.

Siempre que realizo la locución de un documental, lo primero que hago es asegurarme de conocer y entender la historia que voy a contar, necesito comprenderlo todo al detalle. Leo el texto al menos dos veces antes de cada grabación, visualizo el vídeo y sitúo mentalmente el texto en la secuencia de imagen que le corresponde a cada párrafo o frase.

Escucho la música de fondo y los sonidos integrados, repaso las instrucciones dadas por el realizador y cuando estoy completamente seguro del proceso a seguir, comienzo la grabación tratando de que mi voz se integre en el proyecto de forma natural y precisa.

Una vez he realizado toda la locución del documental, reviso conjuntamente con la imagen el resultado de la grabación, hago anotaciones sobre aquellas partes que necesitan mejorarse, donde no ha quedado claro un concepto o la forma de expresarlo, me aseguro que cada palabra interpretada, leída o narrada, suene con la intención que quería darle su creador.

No hay que conformarse con un buen trabajo, hay que rozar la excelencia en lo que haces y no porque te pagan por hacerlo, sino por la satisfacción personal de dar de ti mismo lo mejor que tienes, de ofrecer lo mejor que tu voz puede dar. ¿Por qué no invertir más tiempo en mejorar algo que sabes que puede hacer mejor? Para mí invertir ese tiempo, es hacer la mejor inversión.

Te darás cuenta, que cuando trabajas con ese mimo, con esa capacidad de entrega absoluta a cada proyecto que tienes entre manos, tu calidad profesional no estará sólo condicionada por como te ha salido la última grabación, sino en lo que eres capaz de ofrecer en conjunto como profesional y persona.

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