El locutor de radio

Hay algunos locutores de radio, principalmente los que llevan menos tiempo en la profesión, que tienen a mi juicio, la opinión equivocada de querer introducirse en el mundo de la locución profesional con la única experiencia de haber trabajado en una emisora de radio. Enorme error.

Por mucha experiencia soltura y destreza que tengas ante un micrófono de radio es importante que sepas que nada tiene que ver una cosa con la otra.

El locutor de radio puede ser un excelente presentador de programas musicales, un estupendo reportero de noticias o un profesional con una gran capacidad de improvisación, pero no tiene porque saber interpretar (no es un actor) ni doblar (porque no se ha formado), ni manejar una técnica vocal correcta que le permita vivir de esta profesión a todos los niveles.

La radio es un medio que conozco muy bien y al que he estado muy vinculado durante muchos años, pero os aseguro que es otra cosa totalmente distinta.

En la radio además de conocimiento sobre el medio, se adquieren una serie de vicios muy pronunciados, se aprende a hablar, pero no siempre a comunicar. Hablar mucho no significa hablar bien, igual que entonar con mucho énfasis una frase, no significa que ese sea el tono que la frase necesita.

Hay que pensar en la voz como en un instrumento musical que si no sabes afinar, pulir, mimar y dominar, no será capaz de convertirse en una nota musical capaz de integrarse perfectamente con el resto de la melodía.

¿Quieres saber dónde están tus carencias? Graba un texto y escucha con mucha atención tu voz, lo que dices, como lo dices, donde respiras, donde no resulta creíble lo que estás comunicando ¿cómo suena tu voz? ¿suena natural o forzada?

No hay porque forzar la voz, todos tenemos un timbre y registros distintos, lo natural suena mejor, surge con menor esfuerzo, fluyen las palabras de otra forma. Al único locutor que debes parecerte es a ti mismo, buscando cuales son los mejores matices que tienes, averiguando lo que puedes mejorar, descubriendo tus propias carencias, y eso amigo mío, sólo se aprende escuchándote a ti mismo horas y horas.

Grabar y escuchar es uno de los mejores ejercicios que existen para conocer tu propia voz, cuanto más la conozcas, más sabrás lo que serás capaz de hacer con ella, insistirás una y mil veces para conseguir que una frase suene como tu querías, equivócate un millón de veces, porque cuando tengas la seguridad de que a la segunda te ha salido bien, es que no estarás progresando, insiste siempre, sé el juez más implacable contigo mismo, créeme con el tiempo notarás los resultados.

Para vivir de esta profesión, la mejor inversión la tienes que hacer tú contigo mismo.

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